martes, 30 de diciembre de 2014

DESPUÉS DE TODO... ESPERANZA

Abrí los ojos y encontré ante mí, una puerta de madera, parcialmente estropeada (sería ya muy vieja). La abrí y penetré en una habitación completamente impersonal. Las paredes eran blancas, no había nota de color alguna que le proporcionase el sabor característico de su morador. El único signo privado, íntimo y personal era una fotografía. Sobre ella sonreía una niña; tal vez tuviese los ojos verdes; tal vez fuese rubia... Sin embargo, aquella foto no tenía color, hacía juego con el tono gris de aquella habitación.
La única vista al exterior era la que ofrecía una ventana que abría sus brazos sobre el ángulo izquierdo de la estancia; desde allí se divisaban los tejados monótonos y simétricos de numerosas casas; podía vislumbrarse un enjambre de seres diminutos, inofensivos desde aquella altura... Corrían imparables, incansables... Se dirigían a ningún lugar... Quizás...
Me volví hacia la habitación. El único mueble que rompía el ritmo continuo de los cuadros del parqué era una cama inmensa y deshecha. La almohada yacía en el suelo, arropada por la colcha que parecía hacerle una caricia... Unos calcetines colgaban de la lámpara que, de forma incesante, iluminaba la oscuridad reinante en este pequeño hábitat.
Seguí observando el lugar... Mientras mis ojos tropezaron con una montaña doliente de libros que soportaba, firme, los garabatos que alguien depositó en la pasta, en las hojas, en los conceptos... borrando, así, el tema, odioso, a estudiar para mañana...
Eché una ojeada al armario. Lo abrí y no encontré nada. Ni un libro, ni un jersey... Seis estanterías que clamaban un habitante, un inquilino silencioso... Aburrido... Que sonriese al abrirlo, que agrietase, estropease el barniz anciano... Lo cerré.
Volví a estar frente a esa puerta. En un instante me transportaría a una nueva sala. Quizá en ésta, la foto de una niña escupiría infinitas gamas de colores... Quizá en ésta, esa niña inmortal sería rubia... Tendría los ojos verdes y la cara sonrosada... Quizá en ésta, todo estaría endulzado bajo un fondo de color verde... Del color de la esperanza.

(Algún día de 1992)

                                             

... Poemilla sin importancia...

"Los recuerdos son gotitas
silenciosas, de coral;
que salpican nuestro rostro
sin, apenas, avisar;
que acarician sinuosos,
invisibles, sin hablar,
la página, ausente, que un día
sentí, triste, sollozar.
Los recuerdos son poemas
con trocitos de ilusión,
con pedazos de alegrías,
con el germen de un amor;
son semanas de agonía,
esperando, con pasión,
la sonrisa de unos labios
que un examen olvidó.
Los recuerdos son minutos,
que resuenan en mi voz,
que traspasan el presente
de un pasado que volvió;
que persiguen mis vivencias,
que se adentran con valor,
logrando abrir las secuencias
inmóviles, de mi dolor.
Los recuerdos son personas,
son sus voces, son su adiós,
son mañanas, son espesas
nieblas, sin un sabor.
Son palabras que navegan
por el mar de la razón,
que naufraga en la tormenta
de mi ahogado corazón.
Los recuerdos olvidados,
secuestrados, sin color,
tornaron nuevos y bellos,
tornaron con el valor
de un ayer, turbio y lejano,
de un mañana interrogado,
que llora por su pasado
sin saber que aún no nació."

(algún día de 1991)

                                                              



                                      

viernes, 24 de octubre de 2014

...

"Sale el sol, los rayos atraviesan
el sólido cristal de mi rutina, me
arañan los ojos, me nublan la memoria,
despiertan las torturas...

Sale el sol, pero es otoño y
sus rayos son débiles, su voz está
gastada y es mitigada por los gritos
obtusos de la gente...

Sale el sol, es lunes, son las nueve
de la mañana, me levanto y pregunto
al silencio: "¿Qué he de hacer este
día...? -La Nada, me responde...

Sale el sol, sostengo en brazos
mi apatía... me sonríe, me acaricia,
entre un sin fin de insultos, tan sólo
las lágrimas alivian mi impotencia...

Sale el sol, su voz me abre la ventana,
sus brazos me atraen, su calor me llama...
Un impulso insostenido me empuja y
salto...
Mi mente vuela, mi cuerpo es
libre. Muere...
... Saldrá el sol eternamente... Y no será otoño..."

(Un día, tal vez una tarde, de 1996...)



"Quise guardar todos mis sueños,
atesorar mis alegrías,
eliminar de mis recuerdos
lo que de oscuro me vestía.

Quise limar sus asperezas,
hacer verdad una mentira,
hacer olvidos mis tristezas.
Quise vivir mientras moría.

Quise pintar una sonrisa
en un pasado que me estorba
y devolver, como una sombra,
a mi niñez, toda su vida.

Quise guardar todos mis sueños
en un papel cuadriculado,
para tachar de un solo trazo
que nada soy, que nada tengo,
que no es verdad que tengo miedo,
que me negaron mil abrazos,
mil caricias y mil besos.

Quise guardar en un mañana
un pretérito imperfecto...
Me rompieron el cuaderno...
Se esfumó lo que soñaba..."

(17 de septiembre de 1996)



martes, 8 de abril de 2014

... Y tú mujer...


"Y tú mujer,
que lloras silenciosamente,
que avanzas cautelosamente,
que sientes imperceptiblemente,
que amas incansablemente,
que escuchas pacientemente,
que abrazas inocentemente,
que esperas constantemente,
que buscas remotamente,
que ansías serenamente...
... lo que es tuyo...
... Lo que siempre fue tuyo."

 (Invierno de 1988)

    

...Pensamientos...

"... En cierto modo, todo en su vida había transcurrido demasiado recto, con un aroma decadente y gastado. Sus días eran como antiguas sombras de una equivocada decisión, de un erróneo destino.

   Nada podía hacer para cambiarlo, estaba rodeada de valiosos precedentes que no cederían a su insignificante ser; a su debilitada conciencia, a su inútil pretensión.
 
   Por ello, todo venía a su mente, como un concepto prefijado, con un contenido predeterminado por algo externo a su conciencia; por algo ajeno a ella misma. Tal vez, lo había querido así, no rechazaba esa posibilidad; nunca osó negar tercamente aquel relleno de nada que ahogaba sus propios pensamientos; nunca preguntó al mundo el porqué de aquel esquema, el porqué de aquel edificio inmenso de prejuicios... La causa de la invalidez de lo imposible. Nunca osó preguntar el porqué, los porqué... Tampoco habrían contestado -ellos mismos eran víctimas de su inactividad- de una inactividad forzosa, que desembocó en una estructura desordenada, de cadáveres voluntarios que, tal vez, conformó la mal llamada raza humana, la base de una sociedad que se veía derrumbada con sus propios interrogantes, con sus propias negaciones a ser verdaderamente humana.

   En cierto modo, no tuvo más remedio que parecerse al mundo en el que le tocó en suerte vivir. Hubo de ser igual a las mentes que a su alrededor merodeaban; no le quedó otra salida que actuar eternamente igual a los demás monstruos que asustaban su mente abierta hacia un túnel azulado que su imaginación le enseñó a crear. En cierto modo y, después de todo, no sabía hacer otra cosa que aceptar."
                            (Invierno, quizá primavera, de 1988)

               

viernes, 4 de abril de 2014

... palabras...

"Cómo era mi voz, antes de conjugar mi nombre en el presente histórico de sueños; cómo eran mis ojos antes de dibujar tu nombre en mis pupilas; cómo era mi boca, antes de que tus sueños bailasen en el interior de mis palabras; cómo eran mis manos antes de tus lágrimas nadasen gráciles entre las riberas dulces de mis dedos; cómo eran mis ojos, antes de que tu proyecto de amor, encendiera el foco iluminado para beber el objetivo siempre niño, siempre recién nacido de un amor que comenzaba a nacer a pesar de mi ceguera; cómo eran las noches, desérticas ancianas bocanadas de soledad que alimentaban de miedo las horas en que esa soledad era la única invitada; cómo soy yo, acaso un proceso del hoy que ansiamos dibujar, partiendo de un mañana elaborado con demora; acaso el boceto imperfecto de una sonrisa cuya ausencia derramó el ayer que me persigue, cual amante obsesivo que no quisiera abandonar el objeto de un amor enfermo, de un amor egoísta... de un amor, al fin y al cabo... "

(Algún mes de un invierno de finales del siglo XX)


... más rimas...

" En el trópico de ausencias me sitúo
  en una ciénaga de incógnitas marchitas
  vuela mi voz hacia el porqué añorado,
  ¿Qué pecado cometió mi risa?

  ¿Qué ignorancia acompañó mis sueños,
  que las sílabas austeras me delatan,
  de un delito que abrigó de lejos
  una ilusa dosis de esperanza?

  ¿Dónde están mis guías, no los veo?
  ¿Dónde la verdad que me alimenta?
  ¿Dónde la razón que me sustenta,
  de un deber cumplido con esmero?

   Si es verdad que existes, Dios amado,
   dame la batuta del triunfo,
   y así poder gritar a todo el mundo
   que si algún pecado he cometido,
   incumpliendo mi quehacer debido
   fue dar, lo que no debía de haber dado."

(Invierno de finales del siglo XX)
                                       

sábado, 29 de marzo de 2014

... En un trozo de papel....

"... Nunca podremos saber qué fuimos cuando las risas, atropelladamente, huían de nuestros labios.
Nunca podremos saber qué fue de aquella niña que soñaba ser mañana, sin saber que aún no era presente.
Nunca podremos saber el sabor de la inocencia, cuando miles de manos rompieron la luz joven que, recién nacida. comenzaba un viaje sin retorno..."
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"...Y seguían insistiendo en sus afirmaciones, en sus, quizá, sentencias... Y yo sólo preguntaba... Me preguntaba si es tan simple un sentimiento como para plasmarlo en palabras sin contemplar la multitud de circunstancias que le dan el ser.
... Tal vez sea que en algunos aspectos soy de un modo más frío, o más crítico, o esté, quizá, más cansada de soportar sus ojos, sus comentarios... Tal vez sea que estoy cansada... Y no sepa hoy lo que siento... Si es que siento algo por alguien o por algo...
... Y seguiré preguntando por las causas que me hicieron ser como soy... Estar rodeada por estas circunstancias, estar encerrada en un corazón de cristal duro, frágil y medianamente transparente...
... Y seguiré preguntando por qué esta lotería de la vida no premia igual a todo el mundo, y me preguntaré siempre, por qué razón debo alegrarme por algo que no conozco, que no siento mío..."

(quizá un verano de 1991... quizá un invierno de 1999-2000)


lunes, 24 de marzo de 2014

... en soledad.

"Creí que estaba sola...
y era el eco de mi voz
el que me hacía compañía.
Y era mi sombra, la que charlaba
silenciosamente, con mi cuerpo.
Y eran mis pasos, los que
cantaban con mi música.
Y eran mis manos las únicas
que amaban mis miembros.
Y eran mis ojos, los que
sonreían, tristemente, tras mis gafas.
Y eran mis oídos, los que
mansamente, escuchaban mis sollozos.
Y eran mis pies, los que
rudamente, transportaban mis deslices.
Y era mi mente,
la que, toscamente, abrumaba a mi persona.
Y eran mis labios
los que besaban, ciegamente, mis defectos.
Y eran mis complejos,
los que dormían, nerviosamente, en mi cama.
Y era mi neurosis
la que dibujaba su contraseña en mis apuntes.
Y eran mis deseos
los que se plasmaban lejos, muy lejos...
sin verme...
el que reía, cruelmente, tras la
pantalla áspera del cine.
Creí que estaba sola...
... Supe, al fin, que estaba sola...

(Noviembre 1990)

                                                


martes, 18 de marzo de 2014

... Borrador escrito entre control y control...

... El dolor pasa factura sin descanso,
de una edad y unas arrugas que no siento,
y es el tiempo que me lleva en su regazo;
como a un niño, me amamanta con esmero.
Quedaron mil infancias en suspenso,
mil estuches, mil cuadernos y mil sueños,
pendientes siguen hoy las mil promesas
de unas niñas que son hoy quien nunca fueron.
Quedaron encerrados por el tiempo,
ladrón de mis quimeras y mi infancia,
quedaron encerradas mil sonrisas
bajo el triste sabor de la nostalgia.
Arrumbada espera la justicia,
mil recuerdos inmóviles,
apresados por el color
amarillento del recuerdo.
Quedaron mil sabores olvidados
como obviamos todo aquello
que una vez fue nuestro,
quedaron mil abrazos enquistados,
en los surcos abstractos de mi tiempo...
mil caricias, mil saludos, mil y un beso
que el presente me regala como un cuento.

(un día, seguramente en el puesto de control de una emisora de radio. 1999)



miércoles, 12 de marzo de 2014

... Ante los miedos.

"Abrió un momento sus ojos...
Y tornó a cerrarlos, como si la luz le hubiera hecho daño, como si el estruendo de la vida
hubiese atropellado torpemente su débil ser...
Volvió a abrirlos, de nuevo, y esta vez, la gama de rostros, luces, sonrisas... penetró lenta, cautelosamente... robándole su primer llanto ¿de alegría?
... Plegó sus brazos y arrancó de su piel el manto que lo había ocultado durante años... de pensamientos, dudas, esperas... Y sueños...
... Y quiso abandonar el sufrimiento de quien nunca deseó recibirlo enteramente...
... Intentó levantar el muro del olvido sin saber retener la esencia de su presente... Que se cernía, en pasado, sobre su tenue rostro...
...Aquella gama de rostros, luces y sonrisas... Fue rota por la niebla... No existió tal llanto...
... Abrió sus ojos...
... Pero no logró ver nada." (1990)


domingo, 9 de marzo de 2014

pensamientos....

"... Al nacer, abrimos los ojos hacia un lugar acotado por unas normas, por unos deberes u obligaciones que hemos de cumplir... Con un fin positivo, si no para nuestro máximo bienestar, sí para la perfecta convivencia.
... Alguien ha dicho: ¿Crees que todo lo que he de hacer me hace sentir bien?... Y es que a veces ese "hacer" que hemos de efectuar, nos hace irremisibles ejecutores de unas sentencias que algo externo ha dictado y de las que nosotros, meros brazos activos de una arbitraria autoridad, hemos de convertir en un algo operativo.
... Pero hay veces, que ese deber nos convierte en un verdugo; hay veces que esa obediencia, que esas directrices se tornan en una invisible soga, con la que nos vamos configurando en odiosos personajes, inquisidores a los que hay que eliminar, aunque sea a fuerza de mentiras... " (Marzo 2000)

                                                                     

jueves, 6 de marzo de 2014

Si la nostalgia no conduce a la risa...

"Tal vez, al despertar hacia la vida, hacia la realidad, dejamos atrás lo más preciado y precioso; tal vez al salir de nosotros mismos y tras habernos prometido no regresar jamás, damos el paso definitivamente en falso que nos lleva al "triunfo"; tal vez, cada momento que retomamos en la mente ese pasado, esa ya, lejana rutina transcurrida alrededor de un pueblo anónimo, en donde se entremezclan sentimientos, sucesos en apariencia, intrascendentes... quizá, en ese preciso momento, algo en nuestro interior se mueve intranquilo... algo en nuestro interior no señala ese vacío que habita nuestras entrañas, huérfanas desde el instante en que tras 20 años quizá... montamos en un tren y vimos por última vez, y acariciamos por última vez... nuestros sentimientos. Por eso, en ese preciso momento dejas de mirar esos papeles repletos de números, abandonas el ordenador, rechazas el triunfo exterior que lograste a costa de tu propio ser; en ese momento ves cómo esa nostalgia te roza la piel, te ahoga sin darte la posibilidad de escapar de su significado... Y sientes un calor asfixiante, mientras de tus ojos brotan dos lágrimas que pretenden recordarte que tienes sentimientos y siguen vivos... y siguen sangrando.
Quizá, todo tiene su precio; quizá para ganar has de perder un poco; quizá, para vivir has de eliminar la sencillez que rodeó tu infancia y tus pequeñas ilusiones; quizá la vida no sea como querían hacernos ver en la escuela; quizá no tenga esos colores chillones y brillantes, similares a los de las películas en cinemascope de los años 50... Quizá, tampoco la vida sea como aquélla música que secunda las escenas más bellas de las películas de Greta Garbo o Judy Garland... Quizá la vida sea muchas vidas divididas en pequeños segmentos... Quizá para "VIVIR" esos instantes, esos segmentos, sea preciso olvidar que fuimos en otros lugares, con otras personas, que quisimos y sentimos y nos quisieron en otros lugares, en otras épocas y en otras circunstancias...
Quizá, sea difícil que la nostalgia, cuando nos invade a solas, nos haga reír; quizá sea difícil que la nostalgia me haga reír alguna vez... Aunque comprenda que nada es recuperable en el tiempo; Quizá, ni recuperable... Pues hasta lo que sentimos es prestado, prestado por alguien, ahí ya... para qué entrar...
Quizá la nostalgia no sea más que una bienintencionada amiga que nos muestra algo que fue nuestro...
Quizá la nostalgia sea otra vida -a falta de pan buenas son tortas-, cuando nuestra vida, pierde su color... que aunque no es como el de las películas en cinemascope de los años 50, también puede tener su encanto" (un día, un lugar... de principios de la década de los 90)

                                                            

jueves, 27 de febrero de 2014

ALGO PARECIDO A UNA POESÍA...

"La sombra de un tenue sueño
desciende por mi mejilla,
se detiene entre mis labios
y dibuja una sonrisa.

La sombra de un primer beso
en mis años se hace niña;
se acurruca en mi recuerdo
y entre la bruma me olvida.

La huella de tu presencia
de anhelos viste mis días;
mis noches son impaciencia
y una quimera mi vida."

(10 de noviembre de 2012)

                                                           

martes, 25 de febrero de 2014

... Hubo un tiempo...

... En el que pensé escribir un relato largo... de más de 20 páginas... Ese proyecto... Se quedó en ese pretérito tiempo....

"PRESENTE: TAL Y COMO SE CREE SER"

Un teatro un poco viejo, un poco cansado. Innumerables experiencias reposan sobre sus espaldas, innumerables voces recorren, con su eco, pared tras pared, butaca tras butaca, éxito tras fracaso.

un camerino escondido en el más profundo recodo de aquel lugar, de aquel suspiro que, silenciosamente, ubicó los recuerdos en el centro más ignorado de un sentimiento.

un hombre parece morir lentamente en el sofá que de forma sutil, rompió la simetría rectangular de aquella habitación durante infinitos años, infinitas épocas, infinitas secuencias... de un proyecto inacabado.

Un instante, un minuto, tal vez un segundo, para que se rompan en pedazos todos los latidos derrotados de un corazón que rechaza, cotidianamente, su vejez, su final, el presente.

Centenares de arrugas acarician el rostro de un hombre, eternizando el tiempo que caminaron sobre su piel. Ya ni lo recuerda. Sólo se atreve a asegurar que es quien es, en un día como hoy, en una hora como ésta.  -¿mañana?... ¿quién estará vivo mañana?

Vuelve lentamente a encender un cigarrillo -el último cigarrillo- (piensa), mientras contempla una foto en la que siempre estuvo él.

Expulsa el humo suavemente, mientras flota, baila, vuela a través del interior del camerino, rozando con su aroma todos los rincones -el espejo, la percha, el abrigo, el sombrero, el bastón...- Hasta volver a él... para abofetearle. -Quizá debiera dejar de fumar- (sentencia) (...) (invierno de 1990)