martes, 25 de febrero de 2014

... Hubo un tiempo...

... En el que pensé escribir un relato largo... de más de 20 páginas... Ese proyecto... Se quedó en ese pretérito tiempo....

"PRESENTE: TAL Y COMO SE CREE SER"

Un teatro un poco viejo, un poco cansado. Innumerables experiencias reposan sobre sus espaldas, innumerables voces recorren, con su eco, pared tras pared, butaca tras butaca, éxito tras fracaso.

un camerino escondido en el más profundo recodo de aquel lugar, de aquel suspiro que, silenciosamente, ubicó los recuerdos en el centro más ignorado de un sentimiento.

un hombre parece morir lentamente en el sofá que de forma sutil, rompió la simetría rectangular de aquella habitación durante infinitos años, infinitas épocas, infinitas secuencias... de un proyecto inacabado.

Un instante, un minuto, tal vez un segundo, para que se rompan en pedazos todos los latidos derrotados de un corazón que rechaza, cotidianamente, su vejez, su final, el presente.

Centenares de arrugas acarician el rostro de un hombre, eternizando el tiempo que caminaron sobre su piel. Ya ni lo recuerda. Sólo se atreve a asegurar que es quien es, en un día como hoy, en una hora como ésta.  -¿mañana?... ¿quién estará vivo mañana?

Vuelve lentamente a encender un cigarrillo -el último cigarrillo- (piensa), mientras contempla una foto en la que siempre estuvo él.

Expulsa el humo suavemente, mientras flota, baila, vuela a través del interior del camerino, rozando con su aroma todos los rincones -el espejo, la percha, el abrigo, el sombrero, el bastón...- Hasta volver a él... para abofetearle. -Quizá debiera dejar de fumar- (sentencia) (...) (invierno de 1990)


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