martes, 18 de marzo de 2014

... Borrador escrito entre control y control...

... El dolor pasa factura sin descanso,
de una edad y unas arrugas que no siento,
y es el tiempo que me lleva en su regazo;
como a un niño, me amamanta con esmero.
Quedaron mil infancias en suspenso,
mil estuches, mil cuadernos y mil sueños,
pendientes siguen hoy las mil promesas
de unas niñas que son hoy quien nunca fueron.
Quedaron encerrados por el tiempo,
ladrón de mis quimeras y mi infancia,
quedaron encerradas mil sonrisas
bajo el triste sabor de la nostalgia.
Arrumbada espera la justicia,
mil recuerdos inmóviles,
apresados por el color
amarillento del recuerdo.
Quedaron mil sabores olvidados
como obviamos todo aquello
que una vez fue nuestro,
quedaron mil abrazos enquistados,
en los surcos abstractos de mi tiempo...
mil caricias, mil saludos, mil y un beso
que el presente me regala como un cuento.

(un día, seguramente en el puesto de control de una emisora de radio. 1999)



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