" En el trópico de ausencias me sitúo
en una ciénaga de incógnitas marchitas
vuela mi voz hacia el porqué añorado,
¿Qué pecado cometió mi risa?
¿Qué ignorancia acompañó mis sueños,
que las sílabas austeras me delatan,
de un delito que abrigó de lejos
una ilusa dosis de esperanza?
¿Dónde están mis guías, no los veo?
¿Dónde la verdad que me alimenta?
¿Dónde la razón que me sustenta,
de un deber cumplido con esmero?
Si es verdad que existes, Dios amado,
dame la batuta del triunfo,
y así poder gritar a todo el mundo
que si algún pecado he cometido,
incumpliendo mi quehacer debido
fue dar, lo que no debía de haber dado."
(Invierno de finales del siglo XX)
No hay comentarios:
Publicar un comentario