martes, 8 de abril de 2014

...Pensamientos...

"... En cierto modo, todo en su vida había transcurrido demasiado recto, con un aroma decadente y gastado. Sus días eran como antiguas sombras de una equivocada decisión, de un erróneo destino.

   Nada podía hacer para cambiarlo, estaba rodeada de valiosos precedentes que no cederían a su insignificante ser; a su debilitada conciencia, a su inútil pretensión.
 
   Por ello, todo venía a su mente, como un concepto prefijado, con un contenido predeterminado por algo externo a su conciencia; por algo ajeno a ella misma. Tal vez, lo había querido así, no rechazaba esa posibilidad; nunca osó negar tercamente aquel relleno de nada que ahogaba sus propios pensamientos; nunca preguntó al mundo el porqué de aquel esquema, el porqué de aquel edificio inmenso de prejuicios... La causa de la invalidez de lo imposible. Nunca osó preguntar el porqué, los porqué... Tampoco habrían contestado -ellos mismos eran víctimas de su inactividad- de una inactividad forzosa, que desembocó en una estructura desordenada, de cadáveres voluntarios que, tal vez, conformó la mal llamada raza humana, la base de una sociedad que se veía derrumbada con sus propios interrogantes, con sus propias negaciones a ser verdaderamente humana.

   En cierto modo, no tuvo más remedio que parecerse al mundo en el que le tocó en suerte vivir. Hubo de ser igual a las mentes que a su alrededor merodeaban; no le quedó otra salida que actuar eternamente igual a los demás monstruos que asustaban su mente abierta hacia un túnel azulado que su imaginación le enseñó a crear. En cierto modo y, después de todo, no sabía hacer otra cosa que aceptar."
                            (Invierno, quizá primavera, de 1988)

               

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