viernes, 24 de octubre de 2014

...

"Sale el sol, los rayos atraviesan
el sólido cristal de mi rutina, me
arañan los ojos, me nublan la memoria,
despiertan las torturas...

Sale el sol, pero es otoño y
sus rayos son débiles, su voz está
gastada y es mitigada por los gritos
obtusos de la gente...

Sale el sol, es lunes, son las nueve
de la mañana, me levanto y pregunto
al silencio: "¿Qué he de hacer este
día...? -La Nada, me responde...

Sale el sol, sostengo en brazos
mi apatía... me sonríe, me acaricia,
entre un sin fin de insultos, tan sólo
las lágrimas alivian mi impotencia...

Sale el sol, su voz me abre la ventana,
sus brazos me atraen, su calor me llama...
Un impulso insostenido me empuja y
salto...
Mi mente vuela, mi cuerpo es
libre. Muere...
... Saldrá el sol eternamente... Y no será otoño..."

(Un día, tal vez una tarde, de 1996...)



"Quise guardar todos mis sueños,
atesorar mis alegrías,
eliminar de mis recuerdos
lo que de oscuro me vestía.

Quise limar sus asperezas,
hacer verdad una mentira,
hacer olvidos mis tristezas.
Quise vivir mientras moría.

Quise pintar una sonrisa
en un pasado que me estorba
y devolver, como una sombra,
a mi niñez, toda su vida.

Quise guardar todos mis sueños
en un papel cuadriculado,
para tachar de un solo trazo
que nada soy, que nada tengo,
que no es verdad que tengo miedo,
que me negaron mil abrazos,
mil caricias y mil besos.

Quise guardar en un mañana
un pretérito imperfecto...
Me rompieron el cuaderno...
Se esfumó lo que soñaba..."

(17 de septiembre de 1996)